EL MATRIMONIO ARNOLFINI

Título: El matrimonio Arnolfini            Tamaño: 82,2 x 60 cm                    Óleo sobre tabla
Autor: Jan Van Eyck
Año: 1434
Procedencia: National Gallery, Londres

Características técnicas:
Es un pequeño cuadro, pintado al óleo sobre tabla de roble. Los hermanos Van Eyck perfeccionaron la pintura al temple consiguiendo colores más brillantes, más atención al detalle y una cierta sensación de relieve con la aplicación de sucesivas capas.
Su dibujo es enormemente preciso para definir los elementos de la composición, casi podíamos hablar de un miniaturista que trata de forma individualizada a cada uno de los personajes principales hasta los objetos más pequeños, como lo podemos apreciar en el pelo del perro, las vestimentas y en numerosos detalles que iremos conociendo.
En los colores se utiliza toda una variación tonal que da sensación de volumen. Se utiliza toda la paleta cromática desde colores fríos, en la vestimenta de la mujer, hasta los colores más cálidos, en la vestimenta del marido, la cama, el banco y el dosel, con predominio de colores terrosos.
La luz solo es proporcionada por la que llega a través de la ventana, de tal forma que los colores se aclaran o se oscurecen según su posición respecto a ella y con sombras muy ligeras que dan la sensación de un espacio real.

Composición

Jan Van Eyck pintó a una pareja, en el momento de contraer matrimonio, en su habitación. El personaje masculino se halla de frente al espectador, mientras que el femenino está representado de tres cuartos. Los dos, ricamente ataviados, dándose ala mano. A sus pies se observa un pequeño perro que con toda probabilidad, alude a la fidelidad que la pareja de esposos se promete.
La lámpara de seis brazos que pende del del techo sólo presenta una vela encendida que aludiría al amor espiritual, y en el respaldo del sillón del fondo se observa una estatuilla que representa a santa Margarita.
al fondo de la habitación hay  un espejo redondo en el que se refleja otro personaje, el propio pintor, y rodeado por medallones en los que se representa la pasión de Cristo.
El cuadro es totalmente simétrico a partir de un eje de simetría que divide a la lámpara y al espejo en dos partes, dejando a cada lado de dicho eje a la pareja protagonista y terminando en el perro.

EN LA TERRAZA. DETALLES 2

"Me gusta una pintura que me hace querer pasear en ella" Piere Auguste Renoir

Esa es la sensación que me causa este cuadro, todos los detalles invitan a adentrarnos y descubrir un paisaje que va más alla de la propia obra y del que el autor no nos muestra más que una pequeña parte, donde la vegetación está pintada con una delicadeza extrema.

Elementos como la valla o el barril parecen fundirse con el paisaje mezclando una amplia variedad tonal de verdes.

Por otro lado el cesto de lanas de una nota de color que enlaza con el sombrero de flores de la niña y las flores sobre el vestido de su madre o hermana (todavía no está claro)

En definitiva toda una obra maestra del impresionismo

EN LA TERRAZA - DETALLES

EL PAISAJE

Uno de los aspectos que más me llaman la atención en esta obra, es su forma de ocultar el entorno, una sensación que invita a adéntranos en el cuadro y como un observador curioso, apartar las ramas para descubrir un amplio rio, con personas que pasean tranquilamente con sus barcas sobre aguas apacibles, una pequeña población que nace a las orillas del río y al fondo una serena montaña que protege el paisaje.
Renoir muestra una minuciosidad técnica sorprendente como se puede apreciar en los reflejos del agua y en una paleta con la que representa todos los aspectos de ese paraje sin perder la uniformidad tonal del cuadro

LAS CARAS DE LOS PERSONAJES

El impresionismo, igual que la pintura del renacimiento, invita al espectador, no sólo a mirar la obra sino a mirar a ambos lados de ella, como si el cuadro se extendiera más allá de lo que representa, la cara de la madre mira fuera del cuadro, invitándonos a imaginar un mundo fuera de ese espacio; la niña nos mira directamente a nosotros, como si pudiera vernos, como si estuviéramos allí, y se acerca tímidamente a su madre ante la presencia de ese desconocido que es el propio espectador.
Sus caras denotan serenidad, tranquilidad que enlaza con la vegetación y ese paisaje calmado que descubríamos antes. Este es el aspecto esencial de esta obra: la paz que transmite, la certeza de que nada malo pasará y que cuando dejemos de mirarlas, la niña volverá a sus juegos, la madre a posar la vista en su hija, hasta que una nueva y curiosa persona vuelva sus ojos hacia ellas.
Me gustaría también destacar los sombreros de ambas, el de la madre rojo con una flor roja y el de la niña, colorista, floral que a mí me parece enlazar con la cesta que tiene en sus manos, muy llena de color y que sin embargo no rompe la esa unidad tonal del cuadro.

EN LA TERRAZA

Título: En la Terraza             Tamaño: 100 x 80 cm
Autor: Renoir
Año: 1881
Procedencia: Instituto de Arte de Chicago, E.E.U.U.

Características técnicas:
Estilo rápido y abocetado, pero las figuras tienen algo más de dibujo que el resto de la composición, donde líneas y formas casi desaparecen.
Esta pincelada diluida y ligera, tan característica de Renoir, aplicada a la vestimenta de ambos personajes, permite transparencias de la tonalidad blanca uniforme que constituye la preparación de la tela.
En el sombrero de la niña, decorado con flores, Renoir empastó el color con insistencia, con objeto de conseguir relieve que contrasta con las zonas epidérmicas tratadas con tonos uniformes, dotando al rostro de la niña de una artificiosa simplicidad.
Renoir utilizó para su obra el método de separación de planos consistente en interponer una barrera entre las figuras y el fondo, en este caso, la barandilla de hierro por la que trepa la enredadera dividiendo al cuadro en dos ambientes distintos, intimista el que alberga las figuras e ilimitado el del panorama fluvial.
Los colores son muy vivos y variados lo que contrasta con el vestido de la mujer, un negro-azulado.

Curiosidades:
Fue realizado, probablemente, en la terraza del restaurante Fournaise de la isla de Chatou, en la que Renoir pinta también el "Almuerzo de los canotiers", durante el mes de Julio.

La joven parece ser la actriz Darlau, de la Comedie Francaise y la niña, de unos tres años, sería su hija, pero no lo sé exactamente porque el cuadro lo titulan en algunos sitios "two sister on the terrace", así que puede que se trate de dos hermanas.

Lo interesante de esta obra es la representación del estado de amino, capta una expresión curiosa y al mismo tiempo tímida, en el caso de la hija acercándose a la madre.

La luz del sol ilumina las figuras, sin crear sombras.

El paisaje es apacible e impera un sentimiento de libertad atmosférica.

Es en esta época, durante su estancia en Chatou, cuando escribe a Duret que lo había invitado a hacer un viaje al otro lado del Canal de la Mancha, diciéndole que no necesita ir a Inglaterra, porque donde se encuentra se halla: "luchando con árboles en flor, mujeres y niños, y no quiero ver otra cosa".

BIENVENIDA

Hola a todos aquellos que me quieran leer.
Mi nombre es Javier e inicio mi andadura por el mundo de los blogs, con un tema que me apasiona, el arte.
He de decir que no soy un experto en arte, ni siquiera se pintar pero tengo una idea muy personal de lo que se debe o no considerar arte, concepción que espero que vayáis conociendo con cada obra que comente.
La metodología del blog es clara: exponer las obras que por algún motivo han entrado en la categoría de obras de arte en el museo de mi mente, así como también todas aquellas obras que vaya descubriendo y se incorporen a ese museo tan personal.
Pero me gustaría que sea un blog abierto, donde prevalezcan una serie de frases exclamativas ¡Quiero aprender, seguir aprendiendo, seguir disfrutando!, así que espero vuestras aportaciones, no comentarios, para decir si algo gusta o no gusta está ese espanto llamado facebook.
La forma de presentar las obras será atemporal, sin línea cronológica, pero donde intentaré que comprendáis como la historia, mi otra gran pasión, influye en las obras.
También me gusta descubrir nuevas obras, visiones particulares que puedan cambiar mi percepción del cuadro, por eso espero vuestras aportaciones sobre cuadros que merecen la pena investigar y  redescubrir.
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